Premian en España tesis doctoral chilena sobre desempeño y selectividad de artes de arrastre

Premian en España tesis doctoral chilena sobre desempeño y selectividad de artes de arrastre

Su trabajo fue galardonado con el Premio Extraordinario en Ciencias, el que reconoce los méritos de quienes han obtenido una calificación sobresaliente cum laude y además se han destacado en áreas como la productividad científica, participación en proyectos de investigación, experiencia profesional, entre otros.

La población de merluza común está en una condición de sobreexplotación siendo un tema sensible tanto para los pescadores como para las autoridades sectoriales, esto debido a la notable disminución de su biomasa como por la drástica reducción de su estructura poblacional compuesta mayoritariamente en la actualidad por ejemplares juveniles. En cuanto a las pesquerías de crustáceos (camarón y langostinos), su condición es comparativamente mejor, no obstante se han documentado problemas en el diseño, construcción y desempeño del arte de pesca de arrastre que impiden mejorar su selectividad en cuanto a tamaño y especies.

Dado este escenario, la tesis del doctor Queirolo titulada “Desempeño y selectividad de artes de arrastre en pesquerías demersales de Chile central” entregó resultados que representan un avance en el conocimiento para la sostenibilidad de estos recursos, para lo cual trabajó durante varios años tanto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura como con las empresas que realizan pesca de arrastre entre la IV y VIII Regiones.

En el caso de la merluza común el principal foco de estudio consistió en mejorar la selectividad por tamaños, esto es, retener ejemplares adultos y reducir la mortalidad de merluzas inmaduras. Para ello se probó el uso de paneles de escape de mallas cuadradas que, al ser verificado en terreno, demostró que una fracción significativa de ejemplares pequeños salía de la red. El investigador indicó que “la importancia de este estudio tiene una connotación biológica para la población, ya que se busca que los peces se puedan reproducir al menos una vez antes de ser capturados. Además los peces de mayor tamaño tienen un valor comercial mucho más alto”.

Para entender cómo seleccionar a la merluza por tamaño fue necesario estudiar el comportamiento de éstas al interior de las redes de arrastre. Para ello se realizaron grabaciones en profundidades entre 300 y 350 metros, ubicando una cámara submarina en distintas secciones de las redes con el fin de comprender el comportamiento natatorio, en particular reacciones y conductas de escape.

Otro aporte para la selectividad en arrastre de merluza común consistió en un reanálisis de datos de un estudio anterior realizado por el Instituto de Investigación Pesquera. Aplicando un nuevo enfoque metodológico que considera efectos de sub-muestreo y variabilidad entre lances fue posible determinar nuevas curvas selectivas que pueden ser usadas en evaluación indirecta de la población de merluza y definir estrategias de explotación sostenibles.

En relación a las pesquerías de crustáceos, el trabajo fue mucho más complejo. “Desde el año 2002 realizamos pruebas para seleccionar especies sin obtener resultados positivos. La evidencia era clara en términos de que las redes tenían problemas de diseño y construcción, lo que impedía cualquier mejora de selectividad, ya sea para capturar ejemplares más grandes como para evitar otras especies no deseadas (fauna acompañante)”. Si bien es cierto la magnitud del problema no es comparable con los niveles reportados en otros países, hay que proteger al resto de la fauna y más aún sin entre ellas está la merluza común.

Una de las dificultades a las que se vio enfrentado fue que era fundamental implementar un nuevo diseño de red de arrastre que permitiese un desempeño operacional apropiado para incorporar sistemas de selección. Para esto se tuvo que realizar simulaciones dinámicas y usar diseños a escala en tanques de prueba, para finalmente construir un prototipo y evaluarlo en terreno.

Ante esto Queirolo explicó que uno de los primeros artículos que forman parte de la tesis doctoral fue contrastar el resultado de hacer el diseño vía simulación dinámica versus pruebas en tanques con modelos a escala, “hicimos la primera validación de tener un arte de pesca nuevo que considera todas las variables de desempeño que necesitamos para hacer selección en la pesquería”. En particular, la altura de la red juega un rol fundamental para permitir la natación de los peces y facilitar su escape por comportamiento activo. “Lo que se necesitaba era aumentar la altura de la boca (pero sin exagerar) para no vulnerar otras especies. El aumento del volumen interno fue verificado mediante filmaciones submarinas y permitió ayudar en el escape de peces”.

El prototipo diseñado y construido fue probado en el 50% de los buques arrastreros, en más de 300 lances de arrastre. Los resultados ayudaron a demostrar sus ventajas selectivas, ya que la fauna acompañante disminuyó, mientras que se verificó un aumento en el tamaño de los camarones y langostinos.

Dado que se trataba de un nuevo diseño, se estudió su desempeño en respuesta a las variables ambientales y a la táctica de pesca. “Hay transmisión de fuerzas desde el barco hasta la red por lo tanto afecta el oleaje, el viento y la decisión que adopta el capitán bajo esas condiciones. Lo que estudiamos fue la relación entre el comportamiento en superficie versus lo que estaba pasando en el fondo, para eso relacionamos viento, intensidad, dirección, altura de la ola, rumbo que seguía el capitán, entre otras variables mediante redes neuronales artificiales, lo que permitió modelar el desempeño en términos de abertura de la red y de contacto con el fondo, ambas variables directamente asociadas a los rendimientos de pesca. En base a esto, nacen recomendaciones para las evaluaciones directas de la población, de tal manera de obtener estimaciones con menor incertidumbre” concluyó el académico.