MSC: Crustáceos chilenos logran certificación mundial de sustentabilidad

En Sudamérica solo la han conseguido tres pesquerías industriales en Argentina y una en Surinam.

Un logro histórico ha alcanzado la pesca industrial de crustáceos demersales de Coquimbo. Coronando un esfuerzo de casi cinco años, finalmente la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP) ha recibido la certificación como pesca sustentable del programa Marine Stewardship Council (MSC), válida a nivel mundial, convirtiéndose de esta forma en las primeras pesquerías industriales certificadas a este nivel en Chile.

El documento fue expedido el día martes 13 de septiembre, luego que la certificadora Acoura Marine –con sede en Escocia (Reino Unido)– completara el exigente proceso de revisión necesario para conceder este reconocimiento. Desde ahora, los productos de la AIP (camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado) podrán llevar el sello azul característico del MSC, el cual comprueba ante cualquier instancia de la cadena de valor –en especial, los consumidores en cualquier lugar del mundo– que se trata de un alimento capturado mediante procedimientos ambientalmente sustentables.

La certificación MSC tiene una vigencia de cinco años, considera visitas anuales de expertos y compromisos de parte de las autoridades regulatorias nacionales para comprobar que se mantiene el cumplimiento de las normas. Además, incorpora disposiciones para introducir mejoras constantes en los procesos.

El presidente de la AIP, Osciel Velásquez, expresó su alegría por la noticia: “Estoy muy contento. Son cinco años de un proceso que empezó con la búsqueda de un apoyo en la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) para hacernos cargo del arrastre, que estaba demonizado: que impacta mucho el fondo, que es poco selectivo… Pudimos convencer a todos, tanto a artesanales como a industriales, a cambiar todo nuestro arte de pesca; hoy en Chile todos tienen este nuevo arte de pesca. Tenemos un futuro, tenemos recurso para rato, y esa es una manera de hacer bien las cosas. Si nosotros, que somos empresas pyme, fuimos capaces de sacar esto adelante, significa que las demás pesquerías chilenas pueden hacerlo. Cómo no vamos a sentirnos orgullosos de que tengamos las primeras pesquerías industriales certificadas en Chile con el estándar de sustentabilidad más reconocido y valorado en el mundo pesquero”, manifestó Velásquez.

Innovación tecnológica y compromiso

El proceso de certificación de la AIP comenzó a fines de 2013, previa preevaluación completada en 2012. Contó con el apoyo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), mediante el cofinanciamiento del Proyecto de Fomento (PROFO) “Certificación de Pesquerías”, actualmente en su tercer y último año de ejecución.

Este exitoso trabajo requirió de un compromiso total de las empresas socias de la AIP, radicadas en los puertos de Coquimbo y Quintero: Antartic Seafood S.A., Pesquera Quintero S.A., Bracpesca S.A., Sociedad Pesquera Isla Damas S.A., Pesquera Sunrise S.A., Sociedad Pesquera Costa Brava Ltda. y Exportadores de Mariscos Rymar.

El proceso plantea elevadas exigencias. De hecho, dentro de Sudamérica solamente la han conseguido tres pesquerías industriales en Argentina y una en Surinam.

Un paso clave para ganar la certificación fue el cambio de las antiguas redes de arrastre que se usaron hasta 2014, fabricadas en poliamida, con un peso de dos toneladas, por otras de nueva generación, elaboradas en polietileno de alta tenacidad, de solo 520 kilogramos, que no retienen agua y se sujetan con cabos flotantes en vez de cables de acero. Al ser más livianas, las redes disminuyeron drásticamente el impacto sobre los fondos marinos.

Este moderno arte de pesca incorporó un diseño nuevo y exclusivo, desarrollado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). Como resultado, son redes altamente selectivas, que capturan solo a los crustáceos de mayor talla y dejan libres a los individuos juveniles, de manera de asegurar la regeneración de las especies. De igual manera, cuentan con una ventana (o malla cuadrada) que permite un fácil escape de la fauna acompañante, constituida especialmente por merluzas.

En el gremio de industriales pesqueros de Coquimbo aseguran que todos esos adelantos minimizaron el impacto sobre las poblaciones de crustáceos y el ecosistema marino en general, cuestión que fue comprobada mediante estudios y registros de captura de las propias empresas participantes y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP). Más aun, recuerda Velásquez, las nuevas redes –desarrolladas por proyectos del Fondo de Investigación Pesquera (FIP)– se convirtieron en norma legal para Chile, mediante un decreto de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) que obliga a todo aquel que ejerza la captura de crustáceos demersales, sea industrial o artesanal, a ocupar este único arte de pesca.

Junto con el cambio de redes, el proceso de certificación llevó a implementar buenas prácticas pesqueras en toda la flota asociada, un compromiso formal contra la pesca ilegal y el involucramiento en los Comités de Manejo de cada pesquería.

El gerente de la AIP, Leandro Sturla, resaltó que esta certificación “es muy relevante, toda vez que Chile es una potencia pesquera que genera múltiples beneficios laborales, alimenticios y económicos. Dichos beneficios se deben optimizar y proyectar hacia el futuro. Por lo mismo, son necesarios estudios aplicados a las pesquerías, como también la adopción de buenas prácticas pesqueras, que se traduzcan en mejores indicadores de la actividad. Cada día nuestros clientes exigen mayor compromiso con la sustentabilidad de nuestros recursos y no debemos obviar ese requerimiento”, enfatizó.

Sobre MSC

Marine Stewardship Council (MSC) es una organización mundial independiente, sin fines de lucro, con sede en Londres (Reino Unido), MSC logoque establece un estándar para la pesca sustentable, gestionando un programa de certificación y ecoetiquetado. Su certificación significa que las pesquerías son ambientalmente sustentables y bien gestionadas, teniendo en cuenta tres principios básicos: primero, el mantenimiento de la especie objeto de la certificación (en este caso, tres crustáceos: camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado); segundo, el mantenimiento del ecosistema en que se inserta la especie; y tercero, la efectividad del sistema de gestión de la pesquería, esto es, la gobernanza.

Las pesquerías son evaluadas por equipos de expertos, independientes tanto de la pesquería (de quienes ejercen la pesca) como también del propio MSC, con respecto a la base científica del estándar. El proceso es público y participativo para todas las partes interesadas.

Fuente: Aqua