Más del 60% de la pesca industrial se mantienen en torno al óptimo biológico

Desde 2013, la pesca industrial, basada en la actual legislación, ha impulsado la recuperación del sector y la estabilidad de las biomasas. No obstante, el gremio de pesca industrial se suma a la advertencia de la academia y los comités científicos sobre el impacto de la normativa de remanentes y el adelanto de la temporada de sardina, “lo que con toda probabilidad traerá consecuencias los próximos años”, sostienen.

En pleno debate sobre el fraccionamiento pesquero entre el sector artesanal e industrial, considerado como el corazón de la ley de Pesca propuesta por el Ejecutivo que se discute con urgencia en la Comisión de Hacienda del Senado, la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca) presentó un informe, basado exclusivamente, en la información generada por los comités científicos, que evidencia la recuperación del sector desde la implementación de la legislación vigente en 2013.

El análisis de las diversas pesquerías en Chile, da a conocer el estado de las pesquerías donde opera la pesca industrial, destacando que la normativa actual ha permitido mantener los recursos en niveles sostenibles, en torno al Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), concepto que ha sido adoptado por organizaciones internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y forma parte de los principios de gestión pesquera en muchos países, incluyendo Chile.

El análisis muestra que 11 de 17 pesquerías, que representan un 60,4% del total, se mantienen en torno a su nivel óptimo biológico, con ocho de ellas por encima del RMS.

En particular, el mayor aumento lo tuvo el jurel, que ha experimentado una recuperación de 407,7% desde 2013, a pesar de una leve baja comparada con 2023 (-5%). Esta sostenida mejora le permitió obtener la certificación internacional del Marine Stewardship Council (MSC), uno de los estándares en sostenibilidad más exigentes del mundo, posicionándola como la pesca sostenible más grande de Latinoamérica en 2018. 

“La participación de la industria en el jurel es de un 90,8% y hay un trabajo de más de una década sobre este recurso, en un esfuerzo conjunto entre el mundo científico, la Organización Regional de Pesca y sus Estados y la industria pesquera nacional, recuperando y certificando la pesquería bajo estrictos parámetros de sustentabilidad”, indican desde el gremio en el informe.  Debido a estos buenos resultados, actualmente existen 12 pesquerías certificadas en sustentabilidad, 8 de ellas con MSC y otras 4 con Marine Trust

Por su parte, la anchoveta de las regiones de Valparaíso y Los Lagos sigue mostrando una sostenida recuperación, alcanzando un nivel significativamente superior al RMS, lo que indica que su biomasa está por encima del nivel sostenible y en un estado óptimo para su explotación.

“Sin embargo, en el último tiempo se ve una disminución en la talla, es por ello, que se debe considerar los efectos que podrían generar una nueva ley de remanentes”, sostiene el gremio.

Tres pesquerías caen en su biomasa por efectos externos

Tres pesquerías pelágicas redujeron su biomasa en 2024 respecto al año anterior, alcanzando el límite inferior del RMS. Las especies afectadas son la anchoveta de Arica y Parinacota a Antofagasta, la anchoveta de Atacama y Coquimbo, y la sardina común desde Valparaíso hasta Los Lagos, que pasaron de un estado de subexplotación a sobreexplotación por primera vez desde 2016.

El informe técnico señala que la disminución de la anchoveta en Arica y Parinacota  a Antofagasta podría deberse a diversos factores como cambios oceanográficos como El Niño y a una mayor presión de la pesca artesanal, fenómeno similar al observado en Atacama y Coquimbo.

Asimismo, el reporte aclara que la pesca industrial no ha capturado sus cuotas, y los desembarques están por debajo del 50% de la cuota global, lo cual hace evidente que no existe un problema de sobrepesca. De hecho, hasta septiembre de 2024, la flota industrial no registró capturas debido a la concentración del recurso dentro de las primeras 5 millas, reservadas para la pesca artesanal.

Por su parte, el análisis advierte que la sardina común desde Valparaíso hasta Los Lagos también ha disminuido, coincidiendo con la aplicación de la ley de remanentes del año anterior, un aspecto que ha sido señalado como una alerta por los comités científicos.

Cabe recordar que en el Reporte Técnico n°3/2024 realizado el 3 y 4 de junio, se estableció que: “El comité en pleno está de acuerdo en señalar que la incorporación de los remantes en la estimación (…) carece de sentido biológico y fue una iniciativa política justificada en su momento por las consecuencias de la pandemia en la actividad de pesca artesanal. Por otra parte, contraviene el principio precautorio puesto que se demanda aplicar incluso en recursos sobreexplotados en franca contradicción con la LGPA”.

“Por ello, compartimos la preocupación de la academia y de los comités científicos sobre la urgente necesidad de evaluar los efectos de estas leyes.  A lo anterior se suma las medidas que adoptó durante 2025 la autoridad para adelantar la temporada de pesca de sardina común, lo que está impactando fuertemente la fracción juvenil del stock, lo que con toda probabilidad traerá consecuencias los próximos años”,alertan desde el gremio.

“Esperamos que con los cruceros de prospección realizados entre enero y marzo de 2025, actualicen la información y la situación mejore en los pelágicos pequeños”, concluye el análisis de Sonapesca.