Marea Roja: Industria del chorito estima pérdidas por más de US$1 millón diarios

Marea Roja: Industria del chorito estima pérdidas por más de US$1 millón diarios

La razón de esto es el alto número de centros de cultivos -1.133 en total- que hay en la Región de Los Lagos, la que concentra el 99,9% de la producción total de choritos o mejillones del país, explica Francisco Orrego, presidente de Sonapesca.

Como consecuencia de la marea roja, se han paralizado todas las cosechas de moluscos filtradores que presentan altos niveles de toxinas y un riesgo para la salud. Justo cuando en los últimos años se registraba un crecimiento sostenido en el volumen de las cosechas, las que aumentaron tan sólo entre el 2015 y el 2014 un 19%, los productores de choritos se preparan para enfrentar una considerable disminución en sus cosechas.

Se suman a estos problemas, las protestas por parte de los pescadores artesanales que impiden el paso de los transportes y la comercialización de los productos elaborados al bloquear los caminos y el acceso a los muelles.

Es así como las plantas de choritos que no han sido afectadas por la marea roja, principalmente en Chiloé Central, también están viviendo los efectos: “Las empresas están paralizadas, porque con el bloqueo de los caminos, no pueden cosechar, no hay combustible para el transporte y los frigoríficos están llenos “, recalca Rodrigo Rosales, presidente de la Asociación de Mitilicultores de Chile. Además, estos cortes también frenan las operaciones de las plantas que aún siguen procesando moluscos filtradores que obtuvieron antes de la crisis o que están en buen estado, y que deben distribuir parte de sus productos elaborados, sean congelados o en conservas, enfatiza Orrego.

Aún es temprano para hacer cálculos, pero según Rosales, el análisis preliminar estima que la paralización de la industria podría acarrear pérdidas de hasta US$1 millón diarios, considerando que la industria exporta anualmente un total de US$200 millones que sólo se pueden producir durante 10 meses del año.

En la industria esperan pérdidas mayores a las de años anteriores, ya que los efectos de la marea roja se han expandido con mayor fuerza que en otras ocasiones, teniendo una extensión de hasta cientos de kilómetros.

“Este no es un fenómeno desconocido. Todos los años se producen eventos de este tipo, pero son mucho más localizados que el de ahora, y el impacto es menor”, asegura Rosales.

Ninguna empresa pudo prevenir esta crisis, ocasionada por fuertes cambios climáticos generados por el fenómeno del niño y no por la industria salmonera como algunos insinuaron.

“Es un hecho que ni las autoridades sectoriales ni las empresas tienen la varita mágica para anticipar o solucionar esta crisis. El desafío país es desarrollar una línea de investigación científica prioritaria para el Estado de Chile, porque la marea roja nos seguirá acompañando, incluso con mayor intensidad que antes producto del cambio climático”, dice Orrego.