Innovación, tecnología y competencias a la altura de la industria exportadora
Eficiencia es un concepto clave para la competitividad de cualquier industria. Más aún, cuando se trata de una producción con gran potencial exportable como la que ofrecen la pesca y la acuicultura, donde se ha incorporado nuevas tecnologías que apuntan, precisamente, a mejorar la productividad.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, la próxima década demandará unos 30 millones de toneladas adicionales de productos acuícolas para el consumo humano. En ese escenario, los exportadores chilenos han toma, Jo acciones, con avances en diversos ámbitos. En equipamiento y maquinaria, por ejemplo, la salmonicultura chilena comenzó trabajando a pequeña escala, con jaulas de madera fabricadas en carpintería.
Para lograr mejores resultados en cuanto a tallas y selectividad de especies durante las faenas de pesca, la pesca industrial desarrolla un importante trabajo en la mejora de diseño y construcción de redes de pesca.
Actualmente, según el gerente general de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), Héctor Bacigalupo, se usan redes más ligeras y altamente selectivas, lo que permite minimizar efectos en el medio ambiente y la liberación de individuos juveniles y fauna acompañante. “Estas mejoras, también han permitido una disminución del consumo de combustibles, reduciendo considerablemente la huella de carbono de la operación pesquera”, dice. Adicionalmente, y gracias a la incorporación del sistema de cuotas individuales, se han reducido las naves pesqueras y como consecuencia de ello, disminuyeron las emisiones.
“En este momento estamos trabajando en distintas iniciativas, como realizar mediciones de la huella de carbono del sector y mejorar los sistemas de propulsión, para lo cual tenemos previsto que reducirá en un 25% el uso de combustibles”, acota Bacigalupo.