Industriales Pesqueros de Coquimbo manifiestan su preocupación por las restricciones a la pesca de arrastre

En el marco de la celebración de sus 30 años de vida, la Asociación de Armadores Industriales Pesqueros de Coquimbo, AIP, realizó una jornada de análisis de la actualidad del sector con la presencia del subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme. Las limitaciones a la pesca de arrastre y a las patentes renovables fueron temas centrales de la conversación.

El presidente de la AIP y de Sonapesca, Osciel Velásquez, reiteró al subsecretario la preocupación del gremio en torno a las restricciones a la pesca de arrastre, que se discuten en el parlamento, “de consagrarse en la ley esta mirada en contra del arte de pesca de arrastre, no sólo se afectaría a la industria de la jibia, sino que se pondría en riesgo el futuro de la flota crustacera que representa la principal exportación de la industria regional con el 8,7% de la producción nacional y parte relevante de los 4 mil empleos que la actividad genera en la región de Coquimbo en las plantas de procesamiento”, señaló Velásquez.

Al respecto el subsecretario, Eduardo Riquelme, pidió a los empresarios llegar a acuerdos en los temas urgentes como las restricciones a la pesca de arrastre que se discute en el parlamento. El ejecutivo está planteando una huella equivalente al 2% del territorio marítimo nacional, con lo que queda cubierta gran parte de la labor que hoy realiza la flota de arrastre. “Es un hecho que en el mundo entero se pesca con arrastre, hay distintas clases de arrastre, hay arrastre de fondo que es más dañino que el de media agua, hay arrastre de fondo de tecnología más antigua y hay otros arrastres de fondo más modernos como el que ocupan acá los camaroneros”

En relación a otros temas conflictivos como los acuerdos de penetración de la industria a las 5 millas exclusivas de la pesca artesanal, Riquelme aseguró que el desafío del gobierno es lograr puntos de encuentro entre la industria y la pesca artesanal “para que el éxito de uno no sea interpretado como el fracaso del otro”.

“Para que se produzcan penetraciones de la flota industrial dentro de las 5 millas artesanales se necesita acuerdo de los artesanales, esto en definitiva es resuelto en buena medida en los Consejos Zonales de Pesca, donde están representados artesanales e industriales. Por supuesto no todos los artesanales piensan lo mismo, pero los representantes a los consejos de pesca por el mundo artesanal son elegidos por ellos mismos de manera democrática. Por lo tanto, uno no puede pretender unanimidad, pero si puede tener la esperanza en que existan acuerdos”, agregó el subsecretario.

El tercer punto de conversación se centró la ley corta de pesca que se tramita en el parlamento y que limita a 20 años, sin renovación automática, las licencias de pesca.  El presidente de la AIP Osciel Velásquez manifestó la preocupación de la industria por un derecho histórico que aseguró “estamos dispuestos a defender con los mejores abogados que existan porque sentimos que en el mundo los derechos de pesca son históricos”. Para el dirigente otro tema es el respaldo de muchas algunas empresas familiares para acceder a las licencias, “hay muchas de las industrias pesqueras que son empresas familiares, pymes o medianas, más allá de la caricatura de pocas empresas dueñas de los recursos marinos, nos preocupa el futuro de estas empresas, ligadas durante décadas a la pesca en una licitación con las características que se plantean”.

Al respecto el subsecretario Riquelme reiteró la necesidad de focalizar el trabajo en lo inmediato y tener en cuenta que el proyecto de ley corta asegura la licencia hasta el año 2033 y la continuidad de producción. Por último, pidió confianza en la fiscalía económica que quedaría a cargo de las bases de licitación, para garantizar una proceso justo y equitativo.

Eduardo Riquelme, junto al presidente de la AIP, Osciel Velásquez, visitó el muelle de la organización gremial y la planta de procesos Guidomar, para luego participar en las jornadas de análisis. La primera junto a empresarios industriales y autoridades regionales y la segunda, junto a sindicatos y pescadores artesanales que participan en procesos productivos con el sector industrial.