Europa prohíbe el arrastre a 800 metros

imagesTras años de debate, finalmente la Unión Europea ha prohibido pescar más allá de los 800 metros de profundidad en aguas comunitaria. De nada han servido los argumentos reiterativos del sector pesquero apoyados en los informes científicos que España, a través del Instituto Español de Oceanografía, ha realizado. El Trílogo -Parlamento Europeo, Comisión Europea y Consejo de Ministros-, ha acordado limitar la pesca de arrastre a 800 metros y en los fondos marinos vulnerables a 400 metros de la superficie marina. Además, se aplicará el principio de la huella de pesca y sólo se podrá pescar con arrastre en las zonas en las que ya se haya utilizado este arte, no se podrá realizar arrastre sobre nuevas zonas; se ha de comunicar las capturas incidentales de corales y esponjas y, en caso de superar los límites, abandonar el caladero.

La norma actualiza la antigua regulación de 2003 y, según destaca la Comisión, la adapta a los principios de la actual PPC en términos de sostenibilidad. El comisario Karmenu Vella considera que “hemos logrado un compromiso equilibrado que protegerá nuestro medio ambiente de aguas profundas y pondrá fin a la incertidumbre a la que se enfrentan los pescadores que quieren una industria sostenible y exitosa”. El acuerdo deberá ser debatido ahora por la Comisión de Pesca del PE, cuyo pleno se tendrá que posicionar también. La votación está prevista para el mes de noviembre.

Hay que recordar que la propuesta de 2012 contemplaba la prohibición del arrastre en un plazo de dos años, una propuesta que fue rechazada por Consejo y Parlamento. Los desembarques de la flota arrastrera europea suponen, según datos de la Comisión Europea, el 1 % del total de los que se registran en Europa. En los últimos años las capturas han ido a la baja debido al “mal estado de las poblaciones clave de aguas profundas clave”, de ahí la necesidad de un este nuevo marco de gestión, concluye Bruselas.

La valoración a la resolución del Trílogo no se hizo esperar. Por un lado, el sector pesquero ha criticado la medida, como ya lo había hecho con la propuesta, calificándola de “errónea y arbitraria”. Y, por el otro, las asociaciones ecologistas han aplaudido la resolución porque, representa, dicen, un paso adelante en la conservación de los ecosistemas marinos vulnerables. Cepesca, en representación de la flota española, considera que esta medida “carece de una base científica” y sólo responde a “intereses políticos y a la cesión al chantaje y amenazas realizadas por los ecologistas radicales” y su secretario general, Javier Garat, ha recordado que la decisión “reincide en el error de demonizar, sin ninguna evidencia científica, un arte altamente regulado y gestionado eficazmente por las ORP y por los Estados”. Sin esa prohibición, el Reglamento habría sido “aceptado y celebrado por la mayoría de pescadores de la UE, que lo que quieren es realizar una actividad responsable y sostenible”, indicó.

Días antes a la resolución del Trílogo, la Cooperativa de Armadores de Vigo centraba la tercera edición de sus Jornadas Internacionales de Pesca precisamente en el debate sobre el arrastre. Como estrella invitada, Ray Hilborn, uno de los científicos más mediáticos y a favor de la explotación pesquera. El encuentro contó con una alta participación de sector pesquero comunitario, autoridades e investigadores y en él se analizó si las medidas propuestas desde la Comisión Europea tienen sentido para proteger los fondos marinos. Recordar que, en este sentido, España ha sido el país más activo en el estudio de los ecosistemas marinos vulnerables. El Instituto Español de Oceanografía ha cartografiado fondos marinos de Hatton Bank, del Atlántico Sur y de las aguas de la NAFO lo que ha permitido regular la actividad pesquera de estas flotas.

Sin embargo, el debate se ha mantenido en los últimos años ante la presión de las organizaciones ecologistas. Por un lado, la protección de los fondos marinos. Por otro, el suministro de alimentos y el riesgo de que la medida se amplíe de manera aleatoria. El mensaje de Hilborn se encaminaba, precisamente, en este sentido: en la necesidad de mantener la explotación pesquera de manera sostenible y basada en el conocimiento científico para asegurar el suministro de proteínas a la población y mantener la investigación pesquera que, en caso contrario, no tendría sentido. “¿Existe una doble moral desde Bruselas a la hora de analizar el impacto de diferentes actividades?”, se preguntó Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores en la apertura de las jornadas. “No debemos olvidarnos de que la pesca es una materia prima estratégica, un consumo de interés publico y somos corresponsables de un recurso y del futuro de una sociedad que depende de la pesca”, añadió.

Ray Hilborn presentó el trabajo que realiza con su equipo que se pronuncia claramente a favor de la pesca de arrastre gestionada de manera sostenible, con base a la información científica y reclamó, en varias ocasiones, al sector pesquero, unos datos más exactos y fiables. Hilborn considera que la propuesta de Bruselas está influenciada por las ONG que no siempre se enfocan a la protección de la biodiversidad y en este sentido señaló que “los argumentos de las ONG contra el arrastre han tenido más peso que los estudios científicos, es justo decirlo”, aseguró y al mismo tiempo que reafirmó los argumentos del sector, reconoció que para Europa la pesca de profundidad es “un problema político” y aún así, se mostró optimista al señalar que “la pesca seguirá siendo una parte importante de la seguridad alimentaria en los países donde exista una ordenación pesquera efectiva”, donde incluyó a Europa y a Estados Unidos. Y recordó que en un escenario de reducción de la pesca, los países afectados incrementarían sus importaciones, el pescado saldría de las cadenas de suministro y sería un artículo de alto valor comercial. Y la demanda de alimentos se trasladaría a la ganadería o la agricultura, con el consecuente impacto ambiental de estas actividades, mayor que el de seguir pescando en las profundidades.

Petri Suuronen, representante de FAO en el encuentro, puso sobre la mesa algunas de las herramientas para mejorar la gestión. Medidas de cierre espacio temporales, zonas de exclusión, planes de rotación, medidas de esfuerzo; medidas de mejora tecnológica como la modificación de las puertas de arrastre o de la operatividad del buque; o medidas de reducción del esfuerzo pesquero. “Hay una gran cantidad de tecnología disponible para mejorar la pesca de arrastre”, ha señalado y entre ella ha mencionado la tecnología de detección del pescado. Además, explicó que en algunas zonas se han producido fuertes consecuencias socioeconómicas derivadas de la implementación de medidas contrarias al arrastre y matizó que “las consecuencias económicas son inminentes pero las medioambientales no porque el arrastre tiene ciertos problemas pero no es una pesca destructiva, destructiva es la pesca con dinamita o con cianuro”, y añadió que “FAO va a desarrollar ciertas nomas pero ha de ser con el sector y con la ciencia y tiene sentido ser proactivos en este sentido”.

Fuente: Revista ID