El 63% de las pesquerías industriales en Chile están dentro del rendimiento máximo sostenible

Medido en toneladas, el 90,2% de las cuotas de las pesquerías industriales se encuentra en torno al objetivo de manejo (Rendimiento Máximo Sostenible), mientras que en estado de sobreexplotación sólo un 6,5% y en agotamiento un 3,3%.

En relación al informe del Estado de las Pesquerías que publica la Subsecretaría de Pesca, la Sociedad Nacional de Pesca F.G., gremio que agrupa a más de 100 empresas pequeñas, medianas y grandes, manifestó que la realidad de las pesquerías industriales ha estado mejorando y actualmente no sería crítica, sino todo lo contrario.  Para ello complementó el informe oficial con los estudios realizados por los comités científicos de cada pesquería, los que determinan las biomasas y recomiendan las cuotas anuales de las pesquerías industriales.

De las 16 pesquerías con participación industrial, el 62,5% (10 pesquerías) se encuentran subexplotadas o en plena explotación y de las restantes seis, aunque se mantienen técnicamente en estado de sobre explotación, dos tercios de ellas tienen una mayor biomasa que el año 2013.  Por ello, desde el gremio señalan que, aunque son cifras alentadoras, se debe seguir trabajando hasta recuperar todas las pesquerías, sin embargo, estos resultados parecen avalar el camino que se ha seguido desde 2013, con la nueva ley y la nueva institucionalidad pesquera creada.

Para Héctor Bacigalupo, gerente general de Sonapesca, estas cifras “representan un importante logro de la institucionalidad pesquera nacional, que permite avanzar en el objetivo de tener una actividad cada vez más sostenible”.

“Se ven favorables resultados en diversas pesquerías, siendo uno de los casos más emblemáticos el jurel, que continúa su incremento y se sitúa en un 150% del RMS, sobrepasando el nivel óptimo de 100%, lo que significa que la pesquería puede reproducirse de forma adecuada y los volúmenes de extracción son sostenibles. Esta recuperación sostenida ya por los últimos 6 años confirma el importante logro de esta pesquería, que fue acreditado con su certificación internacional en sostenibilidad bajo el estándar internacional más estricto, como es el Marine Stewardship Council (MSC), el que incluso ha sido avalado por la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (OROP-PS)”, manifestó Bacigalupo.

El ejecutivo también expresó que hay una buena evolución de todas las pesquerías pelágicas (que habitan cerca de la superficie) como anchovetas y sardinas, y que también se ve una tendencia positiva en crustáceos demersales (aguas profundas o cerca del fondo) como los langostinos y camarones”.

Parte de esta buena perspectiva se debería a que todas las pesquerías industriales tienen funcionando sus comités científicos, sus comités de manejo, han elaborado sus planes de manejo y, entre otras medidas, han implementado cuotas individuales de capturas, controladas con procesos de certificación de las descargas.  Además, tienen planes de reducción del descarte, el cual está regulado y considerado en la fijación de cuotas. Por otra parte, hay sistemas de control como las bitácoras electrónicas y desde 2020 la implementación de cámaras a bordo para monitoreo de cualquier actividad de descarte y/o pesca incidental, iniciativas que colaboran a alcanzar un progreso para llegar a niveles óptimos de las pesquerías o RMS.

Desde el gremio también aclaran que el informe de pesquerías incluye especies que no están siendo explotadas y no se dispone información suficiente para estimar un marco biológico de referencia o no se ha evaluado en décadas, tales como la sardina española XV-II y III-IV, que no se ha evaluado en 35 años, o el besugo y el alfonsino, que no se han investigado en 15 años.  Debería revisarse esta situación.

Entre las especies que siguen en sobre explotación, la merluza de cola V-XII, ha visto reducido su esfuerzo de pesca desde 2013, pero la pesquería no mejora sus niveles, lo que según el Comité Científico podría deberse a los fenómenos ambientales o algún problema en el procedimiento de evaluación hasta ahora no identificado. En cuanto a la merluza de tres aletas, para su análisis se realizará una evaluación con datos actualizados, porque pese a la disminución de cuota en un 72% entre 2013 y 2020, no se registra mejoría en los rendimientos de captura, pesos y tallas promedio.  LO anterior demuestra la complejidad del manejo de las pesquerías y que todavía falta bastante por avanzar.

Por otra parte, medido en volúmenes de pesca (toneladas), se puede constatar que las pesquerías más importantes son las que se encuentran en torno al optimo buscado, ya que, en promedio para los últimos 3 años, el 90,2% de las cuotas se encuentran en torno al objetivo de manejo RMS, en estado de sobreexplotación un 6,5% y en agotamiento sólo un 3,3%.

Merluza Común

En cuanto a la merluza común, el gremio reconoce inquietud frente a la pesquería, “nos preocupa la situación de la merluza común, ya que, pese a existir una mejora, la recuperación ha sido lenta lo cual se debe a que el recurso está sometido a una intensa sobrepesca ilegal provocada por un grupo de pescadores artesanales, la que no ha permitido transitar hacia el RMS y ha estancado el recurso en la etapa de sobreexplotación. Es más, en los últimos 5 años el factor del subreporte artesanal, fluctuó entre 2,9 y 3,8 veces el valor declarado, incluso en Curanipe, región del Maule, el subreporte fue 11,7 veces el desembarque oficial, según datos del IFOP”, agregó Bacigalupo.