“Una licitación de las cuotas tendrá un efecto negativo inmediato sobre los trabajadores”

“Una licitación de las cuotas tendrá un efecto negativo inmediato sobre los trabajadores”

 

El Sindicato de Motoristas de la Industria Pesquera –compuesta por empleados del área de máquinas– está preocupado frente a la posible licitación de las cuotas de pesca en Chile, esto de cara al debate sobre la eventual continuación de la Ley de Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA), cuya vigencia culmina el 2012, ya que consideran que esta eventual situación tendría un efecto negativo inmediato sobre los trabajadores.

De acuerdo con el miembro de este gremio y consejero nacional de pesca, Eric Riffo, “el hecho de retirar el 25% de la cuota para licitarla significa que cada embarcación tendrá un 25% menos para pescar en las temporadas siguientes (salvo la empresa que se adjudique la licitación). En definitiva se traduce en menos sueldo para los trabajadores, puesto que una parte importante de los salarios se deriva de los porcentajes de captura”.

Aparte del problema antes descrito, Riffo dice que hay que considerar que los salarios garantizados que tanto han costado conseguir a través de la negociación colectiva, se enmarcan dentro de un proceso de proyección porcentual de las capturas, “por lo que corremos el serio riesgo de experimentar un retroceso en las conquistas sindicales”.

El proyecto del Gobierno pretende licitar el 20% al 25% de las cuotas de captura. Considerando que se trataría sólo una parte de la pesca, ¿igual se producirían despidos masivos?

Creemos que el riesgo a enfrentarnos nuevamente a despidos masivos se incrementa considerablemente con una licitación, por cuanto se debe tener en cuenta que muchas de las embarcaciones de la actual flota ya está trabajando en su límite inferior productivo, debido al estado de los recursos, en donde hemos tenido disminuciones importantes de las cuotas de captura. En este escenario si se le quita el 20%-25% de la cuota para licitarla, las empresas tendrán que nuevamente ajustar su cuota al número de embarcaciones y eso evidentemente traduce en despidos.

Este año también se han producido fusiones entre las empresas pesqueras, ¿cómo los ha afectado esta situación? ¿Se han producido despidos? ¿Cree que estos puestos de trabajo se podrían recuperar alguna vez?

Las fusiones se han producido por la escasez de materia prima, de ahí que las empresas tomen decisiones como esas. Personalmente lamento que algunas compañías hayan tomado dicha determinación, sin embargo poco se puede hacer frente a la escases de los recursos. Estas fusiones han producido un daño sobre los trabajadores. En primer lugar han generado despidos los cuales aún no sabemos si han terminado. En segundo lugar, el cambio de Puerto Base ha traído innumerables incomodidades a los trabajadores embarcados, los que han debido enfrentar largos tiempos de traslados a lo que no estaban acostumbrados.

La sobrevivencia de la actividad en general y de los puestos de trabajo en particular está directamente ligada a la cantidad de recursos pesqueros y temo que el problema de la posible licitación nos desvíe del eje central de la discusión que debe ser el estado de los recursos. Creemos que los puestos de trabajo se pueden recuperar en cuanto podamos tener una ley que garantice por sobre todo la sustentabilidad.

Se supone que la licitación de las cuotas permitiría el ingreso de nuevos actores a la industria pesquera nacional, por lo que se podría producir un mayor dinamismo en el sector, ¿no podría significar aquello más trabajo para ustedes, sobre todo al contar con un abanico más amplio de empresas?

Es una buena suposición, pero no deja de ser solo una suposición. Ahora bien, estos nuevos actores, ¿tienen embarcaciones y/o plantas de proceso?. Consideremos que la mayor cantidad de trabajadores de la pesca extractiva se concentra en los puertos de Talcahuano y San Vicente, por lo que no es menos cierto que se ha generado un gran comercio a su alrededor. Creemos que el riesgo que emigren las empresas pesqueras desde dichos puertos generaría además de cesantía un enorme daño a la actividad económica de la comuna, más aún cuando hemos sido una de las zonas más afectadas por los desastres naturales del último tiempo. Además el personal embarcado ha obtenido una serie de beneficios sociales a lo largo de los años a raíz de negociaciones colectivas.

¿Qué otras acciones tomarán ustedes para frenar la licitación de las cuotas de pesca?

Lo que estamos haciendo en estos momentos es mantener a nuestras bases informadas al respecto y luego realizaremos todo lo que esté a nuestro alcance para sensibilizar al Gobierno en contra de la licitación de cuotas.

En general, como consejero nacional de pesca, ¿qué sistema de asignación de cuotas cree que es el correcto? ¿Considera que el actual sistema de Límites Máximos de Captura por Armador debe permanecer tal o cual, o igual merece algunos cambios? ¿Cuáles?

Pienso que un buen sistema es aquel que resguarde por sobre todo la sustentabilidad de los recursos, aplicando la lógica de “cero tolerancia” a él o los infractores, le duela a quien le duela.

Creo que los LMC deben permanecer y evidentemente que merece cambios. Existen muchos temas que se deben definir y aclarar para una buena aplicación de la normativa, por ejemplo; acotar y reestructurar el concepto de pesca de investigación, en términos de que efectivamente cumpla su objetivo; reforzar la vigilancia de la aplicación de la Ley, para ello se deberán adoptar las medidas necesarias para que el Sernapesca tenga los medios y elementos necesarios para efectuar una efectiva fiscalización y control de la ley; cambiar el Fondo FAP por un Fondo Social, privilegiando el acceso de los trabajadores en beneficios tales como, capacitación, reconversión e indemnización. Además, se debe cambiar la conformación del consejo de administración de fondos en el cual los trabajadores tengan un lugar en la mesa de discusión; estudios serios respecto a las tallas mínimas por especie, etc.

Finalmente, es motivo de enorme preocupación para nuestro sindicato la orientación política que el actual Gobierno le está dando a nuestro mar territorial y ZEE. En donde la palabra licitación no solo es inquietante para el sector pesquero sino que además se quiere licitar el cabotaje nacional, lo cual provocaría la entrada de embarcaciones extranjeras con bandera de conveniencia con la consiguiente competencia laboral desleal.