Acuerdos en el sector pesquero

Acuerdos en el sector pesquero

A diferencia del actual proceso prelegislativo, donde no se han invitado a los verdaderos actores de la actividad, esto es, quienes efectivamente trabajan y conocen nuestro sector, debe destacarse que, en el trabajo legislativo que dio origen a la actual ley, el contexto de participación ciudadana fue amplio, inclusivo, transparente y vinculante, transformándose en una iniciativa inédita e histórica en Chile. En efecto, en él se crearon mesas regionales y nacionales que involucraron la participación de pescadores artesanales, industriales, dueños de plantas procesadoras, tripulantes y trabajadores de plantas procesadoras, entre otros. Los diferentes acuerdos alcanzados en las mesas regionales derivaron en un acuerdo de carácter nacional y fueron incorporados íntegramente en el proyecto de ley, generando así las bases para la Ley de Pesca aprobada finalmente.

Estos acuerdos, adoptados por los reales actores del sector, han sido honrados y seguirán siendo honrados y respetados por la pesca industrial. No tenemos dudas de que los demás actores del sector tienen similar voluntad.

En relación a la moción parlamentaria, es importante recordar que el Estado de Chile invitó a las empresas pesqueras a acogerse a la nueva normativa, renunciando a sus antiguos derechos. A cambio de mayor certeza y estabilidad jurídica, la totalidad de las empresas pesqueras aceptó y canjeó -de buena fe- sus antiguos derechos por Licencias Transables de Pesca.

Es igualmente necesario recordar que las empresas pesqueras aceptaron acogerse a la nueva normativa aun cuando ello les significaba aceptar una reducción considerable de la duración de sus licencias (desde indefinidas a 20 años renovables); una disminución significativa de las cuotas de captura en favor de los pescadores artesanales (fraccionamiento); una renuncia importante de sus cuotas de captura a favor del ingreso de nuevos actores (licitaciones del 15%); y un gravamen adicional que constituye un incremento del orden de 50% en la carga tributaria de las empresas (Impuesto Específico o Royalty).

Esperamos que el Estado de Chile no modifique unilateralmente las reglas del juego y honre y respete los compromisos. Lo contrario no sólo será un preocupante precedente para otras actividades económicas, sino que una pésima señal para la comunidad internacional.

Francisco Orrego
Presidente de la Sociedad Nacional de Pesca