by Paulo | 25 abril 2011 2:55 pm
El gobierno acaba de enviar un globo sonda en materia pesquera. Luego de casi un año de trascendidos, el subsecretario del ramo, Pablo Galilea, reveló a la prensa detalles sobre el proyecto de ley que renovaría el régimen de administración llamado Limites Máximos de Captura por Armador (LMCA); sistema que en 2001 asignó porcentajes de pesca a las compañías del sector industrial autorizadas para operar, en base a su participación histórica en cada especie.
El Ejecutivo reconocería los derechos de pesca de los actores existentes sólo parcialmente, ya que licitaría una parte de las cuotas en una porción a determinar, teniendo como techo el 50%. Dos argumentos son los que dio la autoridad para esta decisión: Primero, permitir la entrada de nuevos actores y, segundo, evitar la concentración en las pesquerías en plena explotación.
Llama la atención el interés de La Moneda por subastar las cuotas, considerando que en los últimos meses el tema ha sido latamente expuesto, analizado y ponderado por economistas y juristas de Chile y el exterior, a partir de la consulta que sobre el tema realizó una empresa noruega al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en abril de 2010.
Conviene recordar que meses después de declarar inadmisible la consulta, el Tdlc planteó sugerencias. En lo medular dijo que el camino apropiado para facilitar el ingreso de nuevos actores era flexibilizar el sistema de compra y venta de cuotas, desligándolas de las embarcaciones asociadas a ellas como también permitiendo dividirlas, no licitarlas. Algo que, dicho sea de paso, la mayoría de los parlamentarios de esta y otras regiones pesqueras tienen claro y transversalmente suscriben.
De hecho, el sistema de cuotas individuales transferibles está vigente en una veintena de países, entre las que se cuenta Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Canadá, Islandia, Noruega, Dinamarca y Holanda. Y vale la pena recalcar que en todos ellos la asignación de cuotas se ha hecho en función de la historia de capturas de cada armador.
Respecto al tema de la concentración, huelga decir que los niveles actuales en la industria pesquera vinculada al jurel en la Región del Biobío no alcanzan los 1.800 puntos en el Indice de Herfindahl e Hirschman (IHH), lo cual se considera moderado. Por lo demás, si de concentración se trata, sería pertinente llevar antes las licitaciones a otros rubros, como el farmacéutico, el de la telefonía móvil o el supermercadismo, donde el lHH supera los 3.000 puntos, valor catalogado de alto.
La incorporación de licitaciones en el proyecto, aunque sea de manera parcelada, arroja una estela de confusión sobre el segundo sector exportador de la Región del Biobío; ello, pues el porcentaje que se licite tendría impacto directo en el empleo. No hay que olvidar que el terremoto y luego la reducción de un 76% la cuota global de jurel ya han hecho disminuir la masa laboral de cerca de 12.000 a menos de 9.500 empleados”.
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