Promueven el consumo de pescado azul por sus beneficios para la salud

Se busca sacar provecho de especies de bajo costo como la sardina, la anchoveta, la caballa, el bonito y el jurel, ricos en grasas omega 3, y que protegen el corazón y el cerebro. 

img_0114Los chilenos tienen una tradición de bajo consumo de pescado, y todo indica que esto se mantiene así. Comparado con Japón, donde cada persona come en promedio 50 kilos anuales de este producto, o España que llega a los 30, o Perú a los 22, Chile solo consume unos 10 kilos.

Muchas veces se argumenta que esto es así porque el precio es caro. Lo cierto es que el país cuenta con una serie de especies de bajo costo, pero que son poco conocidas por las personas (ver recuadro).

Todas ellas se agrupan en la gran familia de los llamados “pescados azules”, cuyo color está dado porque son muy ricos en grasas omega 3, que protegen el corazón y el desarrollo cerebral. En Chile, esta familia es más conocida por el salmón, el atún o la trucha, que son sus representantes más caros.

Por esto, como una forma de impulsar un mayor consumo de estas especies y del pescado en general, la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca) lanzó la campaña “Come pescado y súmate al kilo de salud por año”.

“Se trata de un producto barato, que está al alcance de toda la gente y se encuentra en la costa de todo el país”, dice Osciel Velásquez, presidente del organismo. “Proponemos como meta que cada chileno aumente su consumo en un kilo al año; lo demás sería demagógico”.

Efectos saludables

La campaña se inició en el norte del país el 10 de diciembre pasado y duró una semana. Se realizaron actividades en Arica, Iquique y Antofagasta. Durante enero, la iniciativa se trasladará a Puerto Varas, Castro y Punta Arenas. Y en marzo estará en la Región del Biobío.

“Creo que no tenemos el hábito de comer pescado, y eso hay que cambiarlo”, dice la nutricionista Myriam Musalem, de Integramédica.

Ella destaca el contenido de dos tipos de grasas omega 3. Una de ellas, conocida como EPA, brinda protección cardiovascular. “Impide que se formen coágulos y tiene un efecto vasodilatador, por lo que combate la hipertensión arterial. Así es como protege el corazón”.

Además, desinflama los tejidos, por lo que es bueno para personas que, por ejemplo, tienen artritis.

La otra grasa es la denominada DHA, que “en algunos países se les da en cápsulas a los niños, ya que ayuda al desarrollo cerebral, de la visión y estimula la conexión de neuronas”, explica Musalem. La grasa de los pescados también inhibe la absorción de colesterol en el intestino, así como la producción de colesterol en el hígado.

Con estos argumentos, la profesional recomienda comer pescado al menos dos veces a la semana, en lo posible al horno, a la parrilla envuelto en papel aluminio o salteado, usando aceite de oliva, eneldo, tomillo, alcaparras y jugo de limón.

Preparaciones sabrosas que podrán degustarse en abril, en el cierre de la campaña de Sonapesca. “Lo haremos en Santiago, en un lugar de fácil acceso para que sea masivo, con representantes de la industria y de la pesca artesanal, y con gran cantidad de puestos de degustación”, concluye Velásquez.

Especies baratas

El pescado azul, también es llamado pescado graso. Esto, porque tiene una proporción de grasa entre sus músculos que es mayor al 5%. En cambio, el pescado blanco es magro y contiene solo 2% de grasa. Existe una clase intermedia, que son los semigrasos, como la lubina o la dorada, que contienen entre 2% y 5% de grasa.

En cuanto al precio de los pescados azules, algunos ejemplos son: el kilo de sardina fresca cuesta entre $900 y $1.200; el de bonito fluctúa entre $1.500 y $2.300; la caballa va de los $1.200 a los $1.500, mientras que el de jurel cuesta $1.200.

Fuente: El Mercurio