Crustaceros recibieron oficialmente certificación mundial de sustentabilidad

La certificación Marine Stewardship Council (MSC) da cuenta de que las pesquerías de crustáceos demersales –camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado– son bien gestionadas, constituyendo una práctica de arrastre compatible con la sustentabilidad de los recursos naturales.

La industria pesquera nacional continúa celebrando el logro alcanzado por el sector que captura crustáceos demersales, el cual, tras cinco años de esfuerzos, encabezados por la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP), recibió la certificación de sustentabilidad del programa Marine Stewardship Council (MSC), considerada la más prestigiosa y reconocida a nivel mundial en materia de pesca silvestre.

Fue así que el pasado viernes 7 de octubre, en la ciudad de Coquimbo, Región de Coquimbo, se efectuó el acto oficial de certificación de las pesquerías de camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado, con la participación del subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico; el presidente de AIP, Osciel Velásquez; el gerente de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), Héctor Bacigalupo; el representante de MSC para América Latina, Rodrigo Polanco; entre otros invitados, incluyendo una delegación de empresarios pesqueros argentinos que comparten el interés por la sustentabilidad de sus pesquerías.

La certificación MSC tiene una vigencia de cinco años. Considera visitas anuales de expertos y compromisos de parte de las autoridades regulatorias nacionales para comprobar que se mantiene el cumplimiento de las normas. Además, incorpora disposiciones para introducir mejoras constantes en los procesos y compromisos obligatorios para los actores del sector.

Con este reconocimiento, las pesquerías de crustáceos demersales se convierten en las primeras de carácter industrial en ser certificadas. A partir de este momento, los productos de las tres pesquerías certificadas pueden llevar el sello azul característico del MSC, el cual comprueba ante cualquier instancia de la cadena de valor –en especial los consumidores– que se trata de un alimento capturado mediante procedimientos ambientalmente sostenibles.

El subsecretario Raúl Súnico destacó que esta certificación “da cuenta que las pesquerías pueden avanzar en términos de buenas prácticas de sustentabilidad cuando existe un compromiso real por hacerlo. Como Gobierno fomentamos este tipo de iniciativas, pues aumenta la competitividad del sector, además todo ha estado respaldado con una agenda de trabajo con acciones orientadas al cuidado ecosistémico de los crustáceos. La pesquería de recursos como langostinos hoy concentra un número importante de puestos de trabajo entre las ciudades de Coquimbo a Talcahuano (Región del Biobío), en sus plantas de proceso, flota pesquera y servicios asociados a la actividad, por lo que es un gran incentivo para seguir trabajando en la gestión de buenas prácticas”.

El presidente de AIP, Osciel Velásquez, resaltó que se trata de un logro largamente esperado. “Llevamos poco más de cinco años trabajando para esto. Sentimos que es un orgullo regional, realmente hemos hecho la tarea. Queremos ser, un poco, la imagen de las pesquerías de Chile; si nosotros pudimos, los demás también pueden. Hacemos un llamado a la comunidad: que tengamos esperanza, nuestras pesquerías se pueden recuperar, y que una pesquería de arrastre se puede operar en forma satisfactoria. Hay un mito en decir que una pesquería de arrastre no puede ser certificada, pero existen 16 en el mundo que lo son; por lo tanto, son pesquerías sanas. Hoy día pescamos menos, pero de mejor calidad; el recurso pequeño, el que todavía no ha alcanzado su madurez sexual, vuelve al ecosistema y así lo podemos pescar cuando esté adulto, en condiciones de ser capturado”.

Por su parte, Rodrigo Polanco subrayó que la importancia de esta certificación es que hay un reconocimiento a nivel internacional. “Uno puede decir que lo está haciendo muy bien, pero es distinto cuando viene un externo, con un patrón que es usado y reconocido internacionalmente, de que estoy haciendo bien las cosas. Eso tiene un tremendo valor desde el punto de vista de imagen y comercial. Ahora bien, el programa MSC funciona con el concepto de mejora continua; hoy día ellos (el sector de pesca de crustáceos) probaron que tienen estándares de sostenibilidad acordes con los acuerdos internacionales, pero se les está pidiendo que además vayan mejorando. La certificación dura cinco años y ellos, durante ese tiempo, han comprometido una serie de mejoras muy rigurosas y técnicamente lógicas, con planes de acción y que van a ser evaluadas”, detalló Polanco.

Tamaño de la industria

En Chile, la captura de crustáceos demersales como camarón nailon (Heterocarpus reedi), langostino colorado (Pleuroncodes monodon) y langostino amarillo (Cervimunida johni) se practica desde los años ’50 entre las zonas norte y centro-sur del país. Ascienden actualmente a unas 13.000 toneladas anuales, las cuales se traducen en exportaciones por cerca de US$35 millones (principalmente a Estados Unidos, Europa y Japón) y ventas en el mercado interno por aproximadamente 15 millones de la divisa estadounidense.

La mayor parte de la flota de captura y la capacidad instalada de procesamiento se basan en la comuna de Coquimbo, y una fracción en Quintero (Región de Valparaíso).

Cambio de redes

El proceso de certificación de AIP comenzó formalmente a fines de 2013, previa preevaluación completada en 2012. Contó con el apoyo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) mediante el cofinanciamiento del Proyecto de Fomento (Profo) “Certificación de Pesquerías”, actualmente en su tercer y último año de ejecución.

Merced a este trabajo, se implementaron diversas medidas de administración y gestión, destacando el cambio de las antiguas redes de arrastre que se usaron hasta 2014 por otras más ligeras y altamente selectivas, lo que permitió, por un lado, disminuir drásticamente el efecto sobre los fondos marinos y por otro, minimizar el impacto en el ecosistema, al permitir la liberación de los individuos juveniles en las especies objetivo (de manera de asegurar su regeneración) y un fácil escape de la fauna acompañante (constituida especialmente por merluzas).

Todo lo anterior más una serie de medidas destinadas a mejorar la gestión, como la formalización de un Comité de Manejo, definición de vedas biológicas complementarias, acuerdos de producción limpia, entre otros, además de un compromiso formal contra la pesca ilegal.

 MSC

Marine Stewardship Council (MSC) es una organización mundial independiente, sin fines de lucro, con sede en Londres (Inglaterra), que establece un estándar para la pesca sostenible, gestionando un programa de certificación y ecoetiquetado. Su certificación significa que las pesquerías son ambientalmente sostenibles y bien gestionadas, teniendo en cuenta tres principios básicos: primero, el mantenimiento de la especie objeto de la certificación (en este caso, tres crustáceos: camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado); segundo, el mantenimiento del ecosistema en que se inserta la especie; y tercero, la efectividad del sistema de gestión de la pesquería, esto es, la gobernanza.

Las pesquerías son evaluadas por equipos de expertos, independientes tanto de la pesquería (de quienes ejercen la pesca) como también del propio MSC, con respecto a la base científica del estándar. El proceso es público y participativo para todas las partes interesadas.

Las exigencias son elevadas. Por lo mismo, en Sudamérica solamente han conseguido certificarse tres pesquerías industriales en Argentina y una en Surinam.

Fuente: Aqua, 11 de octubre 2016.